Desciende presumiblemente del lebrel egipcio y no se tienen datos precisos sobre su aparición en Rusia. Sin embargo se sabe, por escritos fechados en el año 1200, que ya era utilizado para la caza de la liebre y otros animales más grandes. Durante siglos ha sido el perro de las familias de la nobleza y de los zares. Puede decirse sin lugar a dudas, que el Gran Duque Nicolás fue el criador más grande de esta raza y solía tener en las perreras alrededor de un centenar de estos magníficos perros. La caída de los Zares y de la nobleza rusa, fue la causa de la desaparición casi total de esta raza de su país de origen, pero sin embargo, está bastante difundida en Europa y en América. Su primera aparición en Inglaterra se produjo hace alrededor de un siglo, cuando el Zar Alejandro II le regalo una pareja de Borzoi a la Reina victoria.